En nuestras vidas convivimos día a día con la zona de interés y la zona de influencia.
Hoy veremos qué son y cómo podemos afrontarlas
ESCUCHA AHORA “El poder de tu zona de influencia” en formato audio!
Cómo todos sabéis, durante los últimos años hemos padecido una grave crisis financiera a nivel mundial.
Eso a significado cambios severos en nuestras vidas a nivel económico, pero a pesar de ello, ha habido un importantísimo aumento de personas que se han hecho millonaria. ¿Cómo lo han hecho?
Siempre se ha dicho que en momentos de crisis siempre aparecen nuevas oportunidades y hay quien las aprovecha y quien ni siquiera las ven.
Es curioso, pero cuando ocurre algún cambio negativo en la vida de las personas se suele reaccionar de 3 formas diferentes.
- IMPULSIVOS. Reaccionan rápidamente y buscan nuevas oportunidades. Se reinventan y cambian de profesión ó agudizan el ingenio para ofrecer nuevos servicios o productos, mejoran o modificando algunos aspectos de su negocio.
- PRUDENTES. Analizan los acontecimientos y esperan un tiempo a que todo vuelva a ser como antes.
Tardan un poco mas en reaccionar porque tienen la esperanza de que todo se arregle.
Al tiempo se convencen de que no hay nada que hacer y empiezan tímidamente a buscar otras alternativas. - PARALIZADOS. Se bloquean indefinidamente. Creen que todo volverá a la normalidad y que sólo es cuestión de esperar a que las cosas mejoren. Este tipo de personas son las que peor lo han pasado en los años de crisis. No se plantean cambiar y mucho menos reinventarse, por lo que han estado año tras año sin tener apenas ingresos y en casos muy extremos, han perdido lo que tenían.
La zona de interés y la zona de influencia
Ahora bien… de los 3 perfiles que he comentado, cuál de ellos se ha centrado en su zona de interés y cuál de ellos en su zona de influencia.
Evidentemente, el primer perfil, el impulsivo, se centró en su zona de influencia.
Se enfocó en qué podía hacer él mismo, sin tener que depender de nada ni de nadie más, para cambiar las cosas.
Sin embargo los otros dos perfiles, aunque en diferentes niveles, se quedaron en su zona de interés.
¿Qué es la Zona de Interés?
Es aquella que nos rodea a todos compuesta por factores externos que influyen en nuestras vidas y en nuestros negocios, pero sobre los que no tenemos absolutamente ningún control.
En la zona de interés están factores como los impuestos, las ayudas (o no ayudas) del gobierno, los precios, nuestras deudas o la climatología.
¿Sería de nuestro interés que todos esos factores jugaran a nuestro favor? Por supuesto!
¿Pero podemos hacer algo para que sea así? No!. Absolutamente nada.
Son factores sobre los que no tenemos ningún poder de decisión ni capacidad para cambiar nada.
¿Qué es la Zona de Influencia?
Sin embargo, nuestra zona de influencia si que la podemos controlar, porque está compuesta por factores que sólo dependen de nuestras decisiones para ser modificadas y corregidas… tanto para bien como para mal.
Yo también lo he pasado mal durante la crisis! Claro que si, como todo el mundo.
Se acumulaban las deudas, bajaban las ventas, los ingresos apenas existían y hubo momentos muy, pero que muy delicados.
En esa situación, yo mismo me decía:
No puedo hacer nada para que la crisis mundial desaparezca, tampoco puedo hacer nada para que el gobierno nos ayude…. pero ¿Qué puedo hacer hoy, para aumentar las ventas? ¿qué puedo hacer hoy para encontrar nuevos clientes? ¿Qué puedo ofrecer que me produzca ingresos? ¿En que puedo mejorar?
Me enfocaba en mi zona de influencia. En momentos así, se produce un gran cambio en ti.
Descubres que está en tu mano cambiar muchas situaciones y que da igual lo que esté pasando ahí fuera, porque cambiar depende de ti.
Si tu cambias todo cambia!
Os voy a comentar el caso de una persona que se dedicaba a vender artículos de ferretería.
Lo conocí en un seminario al que me invitaron a dar una charla sobre canales de venta online.
Esta persona estaba sentado en primera fila y me llamó la atención que parecía bastante abatido.
Cuando acabó la charla se acercó para comentar algunas cosas de las que se habían hablado en el seminario y después empezó a hablarme de él.
Trabajaba por su cuenta vendiendo a tienda por tienda productos de ferretería (tornillería, herramientas y este tipo de cosas).
En los buenos tiempos tenía una importante cartera de clientes que le hacían pedidos prácticamente todas las semanas.
Llegó la crisis y las ventas bajaron muchísimo. Él se había acostumbrado a una forma de trabajar que no le exigía demasiado esfuerzo ya que los clientes lo llamaban a él, en lugar de tener que ser él quien visitara a los clientes.
Para colmo, muchas de las tiendas a las que le vendía cerraron.
No sólo bajaron las ventas, sino también empezaron a desaparecer clientes de su cartera.
Sólo me hablaba de la mala suerte que estaba teniendo. “Que si ojalá la crisis acabe pronto, que si nos están ahogando con los impuestos, que si la competencia estaba tirando los precios…”
Hasta ese momento sólo me hablaba de factores que estaban en su zona de interés.
Entonces le pregunté lo que yo me preguntaba a mi mismo; ¿Que crees que puedes hacer hoy, que sólo dependa de ti, para cambiar esta situación?
Tendré que salir a buscar nuevos clientes… tendré que hablar con mis proveedores para que bajen un poco los precios y así ser competitivo…
Exacto! Y reinventarse!
El arte de reinventarse
Reinventarse en la mejor opción cuando te das cuenta de que lo que antes funcionaba, ya no funciona.
Pero fíjaos, que para reinventarse no necesitamos que nada del exterior mejore… sólo depende de nosotros!
De que tomemos la decisión de aprender lo que tengamos que aprender!
Otro caso lo encontramos en una persona que dio un giro de 180 en su profesión.
Esta persona estudió periodismo y durante varios años trabajo para una empresa de publicaciones de revistas.
Un día se encontró en la calle, porque esa empresa la despidió debido a una reducción de plantilla.
Durante un tiempo estuvo buscando trabajo de lo suyo, pero era bastante difícil.
Uno de sus hobbies era la cocina, concretamente la repostería, así que decidió aprender a hacer postres veganos mientras le salía alguna propuesta de trabajo.
Poco a poco, comenzó a elaborar sus propios dulces y postres.
Se dió cuenta que le gustaba a la gente y decidió dar el paso de venderlos.
Como no tenía dinero para invertir en un local para montar una tienda, decidió crear una página web.
La creó ella misma!. Muy sencilla, sin muchas opciones.
Sólo 3 o 4 secciones en las que explicaba qué hacía, cuáles eran sus productos y una sección de contacto para que le hicieran los pedidos.
Fue todo un éxito. Su web le abrió las puertas a otra dimensión!
Le llegaron pedidos de todos sitios, no sólo de su ciudad, con lo que abrió el abanico de clientes.
Tanto es así que al poco tiempo, abrió su tienda física y ahora trabajan dos personas mas con ella.
Ella también se centró en su zona de influencia y optó por reinventarse.
Ya sé que enfrentarse a lo desconocido nos da pánico.
A unos mas que a otros, por eso, como he comentado en otros programas, el secreto es tener claro tu motivo. El objetivo principal.
Visualizar lo que vas a lograr, es la energía que necesitas para empezar a ver todo lo positivo y enterrar tus miedos.
Por eso, mi consejo es que aprendas a vivir en tu zona de influencia porque siempre… siempre, será más constructiva que tu zona de interés.
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